A finales
del s. XIX surge una nueva corriente didáctica llamada la Escuela Nueva (en
Europa) o Escuela Progresista (en EEUU), la cual tiene sus antecedentes en
autores como Rousseau (pedagogía basada en los intereses del niño), Pestalozzi
(el fundamento absoluto del conocimiento es la intuición), Herbart (desarrolla
la técnica de los pasos formales), o Froebel (el maestro tiene una función
orientadora y estimuladora); donde en un principio (1900-1907) se crearía con
la formulación de ideas educativas como el pragmatismo de John Dewey o la
escuela del trabajo de Kerschensteiner; y continuaría (1907-1918) con la
renovación metodológica con métodos activos de autores como Montessori,
Decroly, Dalton, Winnetka o Kilpatrick.
La Escuela
Nueva nació como una alternativa a la Escuela Tradicional. Donde la Escuela
Tradicional ponía al maestro como centro de todo (magistrocentrismo) y dejaban
al alumno como un mero receptor de conocimientos, en la Escuela Nueva el
principal protagonista del proceso
enseñanza-aprendizaje es el alumno (paidocentrismo). En esta nueva metodología
los niños son estimulados a aprender partiendo de sus intereses y necesidades,
y el maestro pasa a ser un orientador y motivador del aprendizaje del niño. Se
adoptó como método de enseñanza el lema de uno de los principales
investigadores de esta Nueva Escuela (o Escuela Progresista), el norteamericano
John Dewey: “Aprender haciendo”.
Nos
encontramos aquí de nuevo con una corriente educativa más abierta, muy alejada
de la escuela tradicional. Aquí lo importante es el desarrollo natural del niño,
que el niño se vaya formando dentro de sus intereses, que se vaya formando como
persona, dentro de un sistema activo, donde él es el centro de todo. No se
centra solamente en recibir conocimientos, memorizarlos y escribirlos en una
examen, para olvidarlos un tiempo después; se trata de que el niño adquiera
esos conocimientos de manera activa, los asimile, los entienda, y los conserve
para poder hacer uso de ellos en su vida. Para los creadores de esta Escuela
Nueva “la escuela debe permitir al niño
actuar y pensar a su manera, favoreciendo el desarrollo espontáneo, siendo el
maestro un guía, acompañante o facilitador”.
Esta
corriente se extendió hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En España
destacó dentro de la enseñanza privada en la Institución Libre de Enseñanza
(ILE), que coincidía con la mayoría de los principios de la Escuela Nueva, y
que fue creada por los krausistas en 1876.
Actualmente
muchos de sus preceptos continúan coexistiendo junto a la Enseñanza
Tradicional, y cada día parece que se va abriendo más paso en los sistemas
educativos mundiales.
Algunos de
los casos más destacados de este tipo de corriente, hoy en día, son los
sistemas educativos nórdicos, como el de Suecia o Finlandia. En el caso de
Finlandia, la cual aparece el los primeros puestos del informe PISA de los últimos
años, el niño, como en la Escuela Nueva, empieza desarrollándose
educacionalmente dentro de sus intereses. Tienen un mismo profesor durante
varios años por lo que el patrón de aprendizaje les resulta más fácil de
entender; además de tener solamente 20 alumnos por aula, lo que también resulta
más beneficioso para un correcto aprendizaje por parte de cada uno de los
alumnos.
La escuela
finlandesa apuesta por un sistema educativo donde existan experiencias reales,
con conceptos reflexivos y arte, todo integrado en un mismo currículo. Por lo
que nos encontramos de nuevo ante la demostración de la importancia del arte en
la educación que promulgaba Ken Robinson, de que funciona, y muy bien. En este
sistema educativo están totalmente en contra de la memorización optando por
hacer uso del conocimiento. O como John Dewey y la Escuela Nueva promulgaban: “aprender haciendo”.
En
Finlandia “los valores familiares son importantes, la educación es importante,
la lectura es importante. Es importante entender las razones que subyacen bajo
las cosas. Concentrarse en soñar, hablar, comprender, razonar; encontrar
respuestas por sí mismo”.
Es
esperanzador saber que todavía hay lugares en el mundo que apuestan por unos
sistemas educativos basados en el niño, donde la creatividad y el arte juegan
un papel muy importante; donde el niño aprende y evoluciona sin necesidad de
tener que memorizar infinidad de conocimientos, y que funciona. Y que a
diferencia del sistema educativo de nuestro país, no se basa en intereses políticos
o económicos. Ojalá llegue el día en que eso deje de ocurrir, y las bases de
todo el sistema educativo público de nuestro país se base en métodos basados en
el arte, más creativos, y más preocupados en hacer del niño un adulto completo,
cognitiva y socialmente. Un adulto feliz por haber desarrollado al completo
todo su potencial, y por haber adquirido conocimientos perdurables en el
tiempo.
Por suerte parece que aunque el gobierno no esté del todo concienciado en este tema, gran parte de la población sí lo
está. Me llegó a través de redes sociales, en relación a este tema, el
interesante proyecto de una familia española (un matrimonio y su hija de dos años)
que han estado viajando por el extranjero y por España, en bicicleta, en busca
de iniciativas pedagógicas que se aparten del modelo tradicional y devuelvan a
las niñas y niños el protagonismo en su aprendizaje. Esta iniciativa la comparten
a través de su blog y de redes sociales, además de estar creando un documental
con todas las experiencias vividas. Podéis ver este interesante proyecto en su web: http://www.estonoesunaescuela.org/
BIBLIOGRAFÍA
COMPTON,
Robert A. (2012, 3 de noviembre)
The Finland Phenomenon - El Sistema Educativo Finlandés [Archivo de video] https://www.youtube.com/watch?v=aAvle_y1mgI
Tema 1. EL MOVIMIENTO DE LA ESCUELA NUEVA. Recuperado de http://eduso.files.wordpress.com/2008/05/01-escuela_nueva.pdf
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN Tema
5. La Escuela Nueva. La Escuela Moderna
de Freinet. La Pedagogía Institucional. Recuperado de https://historiadelaeducacionuned.wikispaces.com/file/view/Tema%2B5_ESCUELA%2BNUEVA.pdf